domingo, 25 de febrero de 2007

Sobre "Mujeres que corren con lobos"

Excelente libro escrito por Clarissa Pinkola Estés. No me extraña saber que esta psicoanalista y antropóloga tardase 20 años en recopilar los cuentos, mitos y otras tradiciones orales, en definitiva sabiduría acumulada durante muchísimos años, que nos regala en su estupenda obra.

En la introducción afirma que la mujer moderna ha llegado a creer que tiene que ser todo y para todos, para lo que ha dado la espalda a la mujer salvaje que sin duda sigue escondida en su interior. El camino para descubrirla es difícil y no acaba nunca, dura toda la vida, y entre otras cosas, porque no hay objetivos concretos que alcanzar o modelos a emular, si no que cada una podemos rescatar ciertas capacidades ignoradas o habilidades minusvaloradas, que no tenemos en cuenta, y que potenciándolas llegaríamos a vivir de un modo más conforme con nosotras mismas.

Pero tras este libro, no sólo hay un trabajo concienzudo de recopilación y análísis de material para definir el arquetipo de la mujer salvaje, si no que también queda de manifiesto el conocimiento en cuanto a la práctica de la psicología clínica que su autora posee, y sobre todo la riqueza de su experiencia personal.

Pinkola Estés, convivió en su infancia y juventud en comunidades de aborígenes de Norteamérica y Sudamérica y en relación también con personas procedentes de centroeuropa. Del contacto con la naturaleza y las historias que escuchó en sus primeros años, extrajo no sólo los principios existenciales que trasmite en su obra, si no además una habilidad especial para narrar cuentos de hadas, mitos interculturales, etc.

Nos invita a las mujeres a conocernos mejor y dese nuestras raíces más interiores rescatar cierta parte vital que tenemos domesticada, y que tiene que ver con el espíritu lúdico, lo instintivo, una aguda capacidad perceptiva y afectiva. la intuición y la creatividad son los medios imprescindibles para acceder a ella.

Es de esos libros que lees y que necesitas tener cerca. Lo guardas y de vez en cuando vuelves a él. Que gusta para subrayar, tomar notas, pensar y hacer propósitos. Invita a la revisión y la reflexión. Pero sobre todo lo que más me gusta es que su lectura reconforta, te conecta con la esperanza, la belleza, la solidaridad, etc.
Al principio y en determinadas partes puede resultar un poco difícil.
Pero después iempre se te ocurre alguna persona a la que se lo puedes regalar. Es un libro para compartir y sobre todo para vivir.
Es cierto que un texto ni te resuelve la vida, ni encontrarás en el las claves fundamentales para nuestra existencia, pero sugiere, inspira, y a través de la seducción te hace ver la realidad de otro modo, más ampliada según lo que cada cual lleva dentro.

Mujeres que corren con lobos
Hasta el momento uno de los libros más logrados que he leído y que toda mujer en un momento u otro de su vida sería interesante que se dejase impregnar por lo que en él se encuentra.

Muerte

Esa gran esquivada realidad, que todos vivimos en nuestro camino en la vida, y que tanto nos cuesta asumir...,la muerte, de un ser cercano, de un sentimiento, de una etapa de nuestra vida..., no está en el currículum aducativo de esta sociedad el aprender a aceptar la muerte, por el contrario durante siglos la humanidad o más bien la sociedad occidental se ha centrado en esquivar esta realidad propiamente dicha, ha creado uno de los grandes temas tabú con ella... que tanto mal, tanto sufrimiento nos crea y nos invade cuando nos llega el momento de vivirla, esta muerte observada desde tantos puntos de vista, aún desencadenando siempre en el mismo sentimiento de pérdida, de vacío existencial que nos lleva a experimentar el dolor más profundo.
A esta muerte quiero dedicarle hoy mi más profunda y sentida reflexión. La aceptación, sin más. ese debe ser el único sentido que desencadena ese desvanecimiento de lo vivido, de lo compartido , de lo experimentado en esa etapa, con esa persona.. el asumir que todo tiene un final, todo acaba, y esa simpleza es la única que debe tener cabida en nosotros , en nuestra forma de vivir, no hay nada que dure eternamente, nosotros mismos morimos en un determinado momento, y con eso nos debería bastar para asumir que todo muere, la vida y todo lo que a ella la rodea muere para dar paso a nuevas vidas, nuevos parajes, todo se transforma, pero antes de la transformación se requiere la muerte, imprescindible para que de nuevo se cree una nueva vida. Una flor nace, se alimenta, crece, desprende su maravilloso aroma, es observada, halagada...y poco a poco se deteriora, se acaba, muere... pero esa misma flor muerta nutrira la tierra y de ella volverá a crearse nueva vida...Todo debe acabar para hallar la transformación. No nos enseñaron a aceptar la vida, y con ella la muerte.

sábado, 24 de febrero de 2007

Cautivero de la eséncia

La represión de aquellas amociones o sentimientos que en los más profundo del ser nos son esenciales, nos llevan a la no cordura , a la actuación sin reflexión de nuestros actos para con nosotros mismos...aprendí, y sigo aprendiendo...que las emociones sean cuáles sean deben emerger a la superficie, ser conscientes en nuestro ser, no ocultarlas para no tener que afrontarlas, en el instante que nace la represión de una emoción u o sentimiento vital, nuestra eséncia, nuestro aroma pierde su esplendor... ser capaces de vivir serenamente con aquello que nuestro ser desea experimentar, sentir, vivir.... aún siendo consecuentes del caos que eso mismo puede desencadenar...eso es la vida, un vaivén de flujos sin descanso, del límite de la cordura que sin darnos cuenta se aproxima al vértice de la locura...

domingo, 18 de febrero de 2007

un instante, el único

El vaivén de la vida, ese fluir de infinidad de sensaciones y emociones que envuelven nuestro exisitir, que delimita y a la vez abarca mayor expansion de apertura hacia una vida más intensa y plena, permitiendo una diferente conciencia frente a todo aquello que se muestra ante nosotros, ante nuestros ojos, nuestros sentidos...el sufrimiento, gran aliado del reconocimiento de la plenitud, del saber vivir, del disfrute del unico instante que podemos ser conscientes de vivir con intensidad,. el mismo presente, nada más..no hay más que ese fugaz instante el que debemos vivir como si con el todo se desvaneciera...

miércoles, 14 de febrero de 2007

todos somos hijos del vaivén.....

La vida, para aquellos que un dia u otro nos decidimos a vivirla , es decir, arriesgando, realizando cambios conscientes en ella, apostando por nuevos horizontes aún saboreando a los primeros pasos la gran incertidumbre.. y su acompañante de viaje, el vaivén. Doloroso en algunos momentos y fugaz y elocuente en otros..enriquecedor siempre, por descontado, aunque a veces nos cueste apreciarlo... Hay momentos en los que interiormente se determina una inquietud, ajena al raciocinio, o no, llegas a perder el control de la razón. Esa inquietud predeterminada por la experiéncia, o la falta de ella, inicia su amplitud desde lo más latente del ser... abarca mayor expansión con el paso de los segundos, minutos, días, meses... absorve por completo el entendimiento, ciega cualquier visión.. sólo se halla cabida para esa inquietud mientras sea contenida.. crees acariciar la locura.